Plumita Angélica

(septiembre 2016)
El otro día en un bar con dos amigas y colegas hablábamos sobre el porqué se repiten situaciones que creíamos que ya habíamos sanado o trascendido. Deducíamos que en muchas personas existe una parte herida que no se cree merecedora de ser amada, aceptada o valorada, etc. Y desde esa herida inconsciente (oculta, en sombra) atraemos por vibración a quienes nos reflejan eso mismo una y otra vez. Podemos cambiar de pareja, de trabajo, de ciudad, pero tarde o temprano la misma decepción aparece con otro escenario y otros nombres.

Como digo siempre, ya no es necesario aprender desde el sufrimiento sino que se puede hacer desde un lugar de conciencia.  ¿Pero cómo se hace?
La clave está en el amor propio. En ir a rescatar a esa parte herida al lugar del inconsciente donde se encuentre y explicarle que ya no tiene que seguir buscando el amor y la aprobación en el afuera sino en ella misma. TU AMOR ES SUFICIENTE Y TE COMPLETA.  Basta de seguir esperando que alguien te elija. Los únicos que nos tenemos que elegir somos nosotros mismos. Y una vez integrado esto, esta vibración es la que atraerá a ti a la perfecta oportunidad, trabajo o compañero/a amorosa/o  para compartir el amor que ya eres, sin proyecciones ni apegos raros. Hay muchos niveles en esto, para ir entendiéndolo cada vez con más claridad y profundidad.

Durante la charla de ese jueves, en el momento en que una de nosotras tres termina de decir la frase: “la clave TIENE que estar el amor propio, en amarse mucho de verdad, en aceptarse plenamente, o no?”,  aparece -de la nada- y cae suavemente una plumita en el medio de la mesa dónde estábamos. Nos quedamos heladas, emocionadas, mirando para arriba en busca de alguna explicación posible de cómo pudo haber salido de la nada esa plumita! (Estábamos en un bar cerrado, no había palomas volando adentro del bar ni almohadones donde estábamos).
Horas antes, ese mismo día, yo había escrito en un artículo sobre ángeles de la guarda, lo siguiente textual: “la aparición repentina de una pluma es generalmente señal de los ángeles”.

Generalmente estas cosas me pasan estando sola con mi gatita como única testigo.  Esta vez tengo a dos brujitas humanas que pueden dar testimonio de estos milagros angélicos. Fue un lindo guiño de ojo de los angelitos para decirnos que era por ahí el camino nomás.

Los días previos había estado un poco triste y pidiendo señales y la señal llegó. Mucha Gratitud hacia el mundo espiritual que nos asiste siempre, y si bien no nos pueden resolver la vida, nos van dando señales y mucha esperanza de que estamos por el camino correcto hacia la sanación e iluminación.

Bendiciones,
María Laura.
www.conexionangelica.com


La Roca - Confianza en la Sabiduría Divina

"Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios.

El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.

El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se movía.

Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Como el hombre empezó a sentirse frustrado Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su mente: has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido.

Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.

Satanás le dijo: por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible.
Solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente.

El hombre pensó en poner en práctica esto pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? ".

El Señor le respondió con compasión: Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar.

Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.

Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, YO MOVERE LA ROCA."

Cuando todo parezca ir mal... solo ¡EMPUJA!
Cuando estés agotado por el trabajo... solo ¡EMPUJA!
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería... solo ¡EMPUJA!
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas... solo ¡EMPUJA!
Cuando la gente simplemente no te comprende... solo ¡EMPUJA!
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas... solo ¡EMPUJA! ....

EN EL MOMENTO PERFECTO DIOS MOVERÁ LA ROCA POR TI.

Bendiciones,
María Laura.
www.conexionangelica.com